jueves, 27 de septiembre de 2012

Argentina 2012

Odio a los pobres. Odio que puedan llegar a tener mis mismas posibilidades. Odio no poder seguir haciendo la vida que hacía con Menem mientras miles se morian de hambre como en África. Soy individualista, me gusta Macri y simpatizo con la más rancia derecha liberal. Creo que los desaparecidos están todos en Europa y que no fueron 30 mil. Voy todos los domingos a misa y le doy limosna a quienes piden en la puerta, esa es mi obra de caridad semanal. No quiero que tomen de mis impuestos para planes sociales, porque si no tiene resultados inmediatos para mí no sirve. ¿Qué me importan las soluciones a largo plazo? Estaré muerto para entonces. Aquí y ahora. Están fomentando la vagancia. No me importa en absoluto que esas criaturas hayan nacido en medio del monte y que les hayan cortado el cordón umbilical con un cuchillo oxidado. Eso no me conmueve, me conmueven las fotos en Facebook de niños con cáncer y gente en la miseria, eso lo comparto, les doy "me gusta" así aliviano mi conciencia y duermo tranquilo. No quiero compartir, la redistribución de la riqueza implica que yo sea menos rico. Eso me aterra, aunque la vida me haya dado la oportunidad de estudiar en los mejores lugares y tener, gracias a mi trabajo, una excelente calidad de vida. No quiero cortar mi queso. Sencillamente no puedo, no quiero, no me gusta.

4 comentarios:

lamantecosa dijo...

Esta no es la "clásica actitud egoísta" de la clase media - alta. Esta es una queja única. Es una queja nueva, porque el gobierno es nuevo, porque sus medidas de inclusión social y desarrollo económico son nuevos. No es la clásica protesta de "me quejo de lo que me falta" sino "me quejo de lo que le dan a los demás"
Una pena que para defender sus propios intereses algunos deban recurrir a la mentira y esconder qué es lo que realmente quieren, pues les debe dar un poco de vergüenza expresar en voz alta tal cosa.

Liita dijo...

SINCERAMENTE ES MUY TRISTE CONOCER A GENTE QUE PIENSA ASI...GENTE QUE SE HACE LA REEE CRISTIANA..PERO NO LE IMPORTA EL SUFRIMIENTO DEL OTRO...TOTAL EL SE LO BUSCO..

Marcela dijo...

Esta es la vieja y cotidiana naturalización de la pobreza. Ellos, los otros, son pobres porque quieren, porque no trabajan ni estudian. Cuando la pobreza es vista como una enfermedad que no puede curarse, toda política social es inútil, un gasto absurdo. Ahora, como sociedad, tenemos que romper dos discurso igualmente humillante que suelen darse en estos tiempos: el del desprecio al pobre y el que los usa como excusa política, manejándolos a su antojo. Es difícil, pero creo que se puede, ¿no??
Besos Silvio.

Guido dijo...

Quien dijo que la gente de clase media o de bajos recursosmpiensa eso? Es patetico,,es la bajadamde leinea oficial. Quejarse es democratico, hacerse escuchar es bueno, controlar y exigir a nuestros gobernantes tbn, mas alla del credo, posicion economica, o lo qu.e sea, todos somos iguales. Todos. Juzgar tan livianamente es perjudicisl solo al,pueblo, los otros, se hacen mas fuertes..