Con esto dicho cabe
agregar que el camino para el curioso se torna interminable. Quedar
prendido con todas las ramificaciones que propone una película
–o una novela, un cómic, una banda de rock- implica rastrear
y encontrar un millón de productos. Frase remanida pero
válida: esa oferta es hija directa de la demanda, y los
paladares ávidos, se cuentan por millones.
Es por eso que antes de
hablar de la película debemos, en un acto de estricta
justicia, hacer mención a lo mucho que le debe el personaje
del Capitán América al guionista y escritor
norteamericano Ed Brubaker. Si nos atenemos a la tónica que se
le imprime al héroe del escudo en esta nueva película,
bien podríamos asegurar arriesgándonos a cargar la cruz
del exagerado, que el trasplante desde las viñetas a la
pantalla grande es de un éxito indiscutible. El Chris Evans
timorato que comenzó a ser un líder carismático
en “Avengers” (2012) es ahora el mismo fascinante personaje al
que Brubaker revitalizó en las historietas que comenzaron a
publicarse en el año 2005 y cuyo norte fue convertir al
Capitán América en algo más que el defensor
rubio y de mandíbula cuadrada del american way of life, y a su
universo inmediato en una versión aggiornada de los tiempos
que corren, donde los Estados Unidos ofician de huésped aún
en fiestas ajenas. Al igual que en las viñetas, “The Winter
Soldier” ofrece además de la esperada vorágine de
acción una interesante metáfora acerca de esa
inquietante confusión que el país del norte experimenta
ante las amenazas externas, esas acciones que bautizadas terrorismo
permiten devolver el golpe atenuando la culpa o engañando
incautos.
Porque aunque el traje del súper soldado yankee sea el de las barras y estrellas, al igual que en el cómic (aunque en menor medida) este superhéroe se permite cuestionar a esa Casa Blanca que ahora se llama S.H.I.E.L.D. e incluso pone en evidencia las grietas en el sistema perfecto de defensa que siempre saca de la manga el país del norte. Grietas que ahora se llaman HYDRA y que llegan hasta el living de Washington, ahí donde se cuecen las habas que comerá el subdesarrollo.
Detrás de ese
argumento que siempre hace gozar de buena salud al género
fantástico, nos encontramos con una cinta ágil,
visualmente impactante y de un desarrollo narrativo planteado con
particular inteligencia. El cambio de directores se nota, la llegada
de la dupla Anthony y Joe Russo tiene como principal mérito
conocer los vericuetos de este nuevo Capitán América y
haberlos sabido plasmar en el terreno audiovisual. Porque al igual
que el cómic, los Russo logran convertir un héroe del
montón como Falcon en un ladero fascinante y al Winter Soldier
en un personaje increíble, enigmático y repleto de
matices que promete reapariciones en las próximas fases de la
ambiciosa incursión de la Marvel Comics en el cine.
El guión de
Christopher Markus y Stephen McFeely deja lugar para cierto tinte
dramático que generalmente es evadido en cintas como esta y
que permite respirar en momentos adecuados y le dota de cierta
seriedad que no se confunde con solemnidad. Los flashbacks, bien
ubicados, posicionan al espectador en un lugar cómodo y hacen
fluido un relato concatenado de gran forma. Sin dejar de lado la
pirotecnia, el equipo creativo se las arregla con inteligencia para
mixturar lo que el público masivo exige de una película
de superhéroes y lo que los amantes de la narrativa dibujada
esperan ver.
En resumidas cuentas “Capitán America: The Winter Soldier” se ha convertido casi sin quererlo en la mejor película que Marvel ha realizado desde que se embarcó en la tarea de llevar todo su universo a la pantalla grande. Una especie de The Dark Knight al estilo Marvel, con la dosis de fuegos artificiales que siempre diferenciaron el estilo editorial y que ahora parece también trasladarse al cine casualmente, o no.
En resumidas cuentas “Capitán America: The Winter Soldier” se ha convertido casi sin quererlo en la mejor película que Marvel ha realizado desde que se embarcó en la tarea de llevar todo su universo a la pantalla grande. Una especie de The Dark Knight al estilo Marvel, con la dosis de fuegos artificiales que siempre diferenciaron el estilo editorial y que ahora parece también trasladarse al cine casualmente, o no.
3 comentarios:
He aprendido a querer de algún modo este género en lo que a films se refiere...Y después de haber leído tan amena critica no puedo menos que ir a verlo y corroborar el buen gusto del humilde redactor.
Mira que yo no daba un peso por la peli...por q el personaje para mi gusto tiene menos onda q pelo lacio....pero me enganchaste y voy a tenér q ir a verla!
Excelente crítica , tanto que me dieron ganas de ver la peli !!!
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