miércoles, 7 de mayo de 2008

Superhéroe hecho a medida

Las dos editoras de comics más importantes de los Estados Unidos, se embarcaron hace ya algunos años en una cruzada para llevar a la pantalla grande a sus personajes más representativos. Casi como en un juego de chicos, la apuesta comenzó a redoblarse entre ambas partes, y lo que comenzó con proyectos para reflejar las historias de los personajes más conocidos, terminó en una cadena interminable de películas protagonizadas por personajes cuyo conocimiento popular es nimio, o era.

Ese es el caso de Iron Man. Para el universo Marvel el alter ego de Tony Stark es definitivamente un héroe icónico. Sin embargo, no goza del conocimiento masivo que poseen personajes como Spider Man, Superman o Batman, encuadrándose dentro de un grupo de superhéroes ignotos, cuya aparición en el cine, era años atrás una quimera. Pero claro, la buena acogida que tuvieron películas como Los 4 Fantásticos, Punisher o Daredevil, sumado a la reciente incursión cinematográfica que emprendió el eterno competidor, la DC Comics, hacen que la Marvel vomite al mercado versiones y reversiones de todos y cada uno de sus personajes, de manera fordiana y sistemática. Los resultados están a la vista, y bodrios destacables de nuestros superhéroes favoritos pueden conseguirse hoy en DVD.

No obstante, entre tanta vorágine productiva, cada tanto uno encuentra un largometraje digno del personaje al que se eligió como figura central. Iron Man es un ejemplo categórico. La película sobre el multimillonario/genio/alcohólico/filántropo que se enfunda en una armadura de alta tecnología para luchar del “lado bueno” transcurre deslizándose sin altibajos a lo largo de sus dos horas de duración.

Y es que la cinta muestra todo lo que uno fue a ver. Dos horas de acción y efectos especiales, con un guión que no pretenda otra cosa que narrar el origen del personaje de la forma más amena posible, logrando un balance que conforme tanto al espectador ocasional como al fanático fundamentalista.

La elección de Robert Downey Jr. Para interpretar a Tony Stark no puede haber sido más atinada. Sumado a la incuestionable capacidad del actor para llevar adelante a uno de los personajes más carismáticos de la industria de la historieta, está el parecido físico notable entre el hombre en carne y hueso y el que desde 1963 desanda aventuras en un mundo compuesto por viñetas.

Así, y casi sin pensarlo, el actor que fuese nominado al Oscar por encarnar con peculiar maestría a Charles Chaplin, da vida a "Iron Man: el hombre de hierro", una nueva película de superhéroes que sin embargo no es una más, y que deja abierto con su final una puerta gigantesca para la producción de nuevos largometrajes sobre personajes de la Marvel Comics. La propuesta, tentadora como nunca, se apoya en la película más correcta realizada para ese sello en los últimos años y quizás en todo su peregrinar por la pantalla grande.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

BRO!!!! soy el primero!!! jojo muy buena la reseña aunque todavia no vi la peli juaz pero aguante la primer armadura =) desp cuando la subasten te la compro de regalo jojo buen bro un abrazo y al infinito y mas alla!!

Anónimo dijo...

Y fue justamente IRON-MAN quien nos trajo, bastante decentemente, de vuelta el cine a estas tierras despojadas!