martes, 9 de diciembre de 2008

Los Cadillacs: igual que antes, mejor que nunca (*)

La clásica sesión de vientos fue la encargada de encender el fuego sagrado. Con los acordes de “Manuel Santillán, el león”, Los Fabulosos Cadillacs salían al escenario montado en el estadio Chateau Carreras, apenas media hora después de lo previsto, sin demasiadas ostentaciones, con paso cansino y mesurado, alejados del mentado estilo Rockstar.

De frente a un público frenético contemplaron el cielo durante un instante, con los brazos cruzados en sus espaldas, en una escena que reprodujo simbólicamente una suerte de homenaje para un protagonista ausente en este reencuentro: el fallecido percusionista Gerardo “Toto” Rotblat.

Allí estaban, Vicentico, Sr. Flavio, Sergio Rotman, Daniel Lozano, Mario Siperman y Fernando Ricciardi. La formación de los Cadillacs versión 2009, viejos rostros, el mismo sonido. Tras el demoledor comienzo propuesto por un tema controversial y comprometido, continuaron con un clásico versionado a base de decibeles: “Mi novia se cayó en un pozo ciego”, canción que prolongó la fiesta, que duraría más de dos horas.

La natural parsimonia de Vicentico era compensada por la avasallante energía de Flavio y Rotman, impredecibles y carismáticos, quienes no bajaron el ritmo ni un minuto. La electricidad del comienzo dio paso a una banda más relajada, que se dedicó a repasar canciones con una impronta reagge reconocible. Así, sonaron “Estoy Harto de Verte con Otros” y “Basta de Llamarme Así”.

La intensidad dijo presente nuevamente con otro clásico de la agrupación “El Genio del Dub” y con la presentación del primer invitado de la noche, Pablo Lescano, líder de la banda de cumbia villera Damas Gratis, y productor de la versión de “Padre Nuestro” incluida en el último disco de los Cadillacs “La Luz del Ritmo”.

Quizás el momento más sensible en la noche cordobesa se dio luego del tema “Los Condenaditos” –del disco “La Marcha del Golazo Solitario”-, cuando las dos pantallas apostadas en ambos márgenes del escenario reprodujeron imágenes de Toto Rotblat, mientras dos tumbadoras sonaban sincopadas. Vicentico ganó el escenario con una suerte de diamante gigante en sus manos, dentro del cual brillaba una luz multicolor. Tras besarlo, elevo su vista al cielo y se retiró, para regresar con todos los músicos e interpretar la siempre festiva “Carnaval toda la Vida”.

A partir de allí la sucesión de grandes éxitos fue una constante. Sonaron impecables versiones de “El Satánico Dr. Cadillac”, “Demasiada Presión”, “Gitana” y la flamante “La Luz del Ritmo”, pero sin lugar a dudas fueron las composiciones de Sr. Flavio las más celebradas, y las que confirmaron nuevamente el compromiso político de la agrupación.

“Mal Bicho” hizo vibrar el Estadio Olímpico de Córdoba, tema corrosivo en grado supino, que el bajista se encargó de acentuar apuntando al público con su instrumento, simulando un fusil represor. “Yo no voy, a la guerra, a la violencia, a la injusticia y a su codicia”, cantó Vicentico, de rodillas, en la cúspide definitiva del show.

Sergio Rotman confirmó que se ha convertido en uno de los líderes de estos Cadillacs versión 2008. Además de su reconocido carisma, aportó un saxofón impecable y hasta se animó a reclamar los derechos de autor de la bellísima “Siguiendo la Luna”, en la que toco la guitarra eléctrica. Un dato aparte fue su inexplicable energía, el ex Cienfuegos, bailó durante todo el show, arengando e interactuando con el público, opacando por momento al mismo Vicentico.

La banda se despidió súbitamente pero de una manera muy poco convincente. El público no se movió de sus lugares, conciente de que quedaba mucho show por delante y de que clásicos que habían quedado afuera de la lista inicial sonarían. Y así fue: “Vasos Vacíos” hizo regresar al escenario a los músicos, que invitaron a la cantante Mimi Maura –esposa de Sergio Rotman y una de las voces más requeridas de la escena reggae/ska local- quien hizo las veces de la recordada Celia Cruz.

Tras el tema llegó “Matador”, una tormenta de percusiones y trompetas archiconocida pero no por eso menos efectiva, que hizo bailar a un público sin demasiadas pretensiones, pero que a la vez llamó a la reflexión a otros tantos, a través de una letra de una profundidad destacable, oculta bajo una instrumentación avasallante.

La recta final del espectáculo permitió disfrutar de una especie de enroque musical. Flavio se puso al frente de la banda, guitarra en mano, cediendo el bajo a Vicentico y con su pequeño hijo tocando la batería. Juntos, interpretaron un par de temas de The Clash y Ian Dury, para luego, volver cada uno a su puesto y despedirse con un “Yo no me Sentaría en tu mesa” cuyo estribillo fue coreado durante todo el recital por las más de 20 mil almas que llegaron hasta el estadio.

Los Cadillacs dijeron presente nuevamente en la escena grande del rock nacional, tras seis años, pero con una vigencia admirable. Más hermanos que antes, y con un sonido propio que tan sólo dan los años, prometen nuevos discos y giras, en lo que será el complemento del trabajo artístico de una de las bandas más representativas del Rock Nacional.

(*) Por Silvio Pratto - Enviado especial de Diario Panorama

7 comentarios:

Marcela dijo...

Leí en la Rolling Stones sobre la vuelta de los Cadillacs. Por lo que contás, se ve que realmente les hizo bien ese tiempo que se tomaron.
Una cosa que aprecio de los Cadillacs, es que yo no soy una gran fan de ellos y sin embargo, creo poder cantar muchas de sus canciones y no entendería a alguien que no se pusiera a saltar al oírlos. Eso vale y mucho. Hacer cantar a sus fans, lo hace cualquier banda.
Un beso.

Ambar Violeta dijo...

para el maaarrrrr, paaraaaaa el maaaar...

maldita suerte indeed.

a veces anda, a veces no.
es ciclotimico blogger

tan versátil como acústica dijo...

sí, estoy un poco en la sintonía de marcela, creo que lograron un tono tan personal que se los reconoce aunque, como en mi caso, no seas el gran fan.

Anónimo dijo...

Acaban de tocar en Baires y a mi roomate le robaron la billetera. Igual me dijo que el concierto fue espectacular.
Me llama la atención q una banda pueda tener tantas figuras que se destaquen. Al menos en tu nota, nombras a tres.
Por mi parte, destaco tu descripción de sensaciones. Creo q es lo mejor de la nota, ya que haces sentir a tus lectores, el ámbiente del momento (algo realmente dificil)

Pasajera en trance dijo...

No soy muy fanática de la banda, pero Mal bicho... jaja! Cómo me hace reír ese tema!

Anónimo dijo...

Si, a mi también me hace recordar a los autores rusos (mis preferidos) tu forma de describir. Te acercas bastante a esa riqueza linguística que pofesan. Que lindo!

Anónimo dijo...

Quizas nunca fui muy fanatica tampoco de Vicentico y aliados, pero al tener hermanos mayores formaron parte de la banda de sonido de mi historia, siempre se caracterizaron por el sonido pegajoso y movedizo, como dicen ellos: "todo el mundo a mover los pies y a bailar hasta morir".
Hasta este momento lamento no haber tenido plata para ir a verlos, me dieron muchas ganas y mas cuando me contabas todas lo que vivias en tu estadia en Cordoba.
Era sabido que se tenian que juntar, juntos son buenisimos, no me gusto lo poco que escuche de Flavio y Vicentico como Solitas, los demas musicos se destacaron en las agrupaciones de Mimi Maura y bandas de mi preferencia como Dancing Mood, de hecho Huguito Lobo participo en los vientos de esta Fabulosa Vuelta.
A mi me dio melancolia saber que de esta vuelta no pudo participar el Toto Rotblat, musico que sin poder creer pude conocer personalmente y compartir unas empanadas mientras me imitaba mi tonada santiagueña.
Me queda el consuelo de saber que no es una vuelta fugaz y que preparan nuevo disco, asi tendré la oportunidad de verlos de vuelta, ya que la unica vez que los vi quizas no pude apreciar su musica, porque en el escenario de Olimpico en principios de los 90, mi altura no me permitia apreciar el show ya me tapaban las cortinas y una torre de bafles.

Hay que brindar por la vuelta de esta Banda, quizas la primera que vistio sus letras de compromiso social y politico.

Te dejo una frase graciosa para vos... "todos tenemos agujeros, algunos mas, otros menos... que le vamo a haceee´"