jueves, 2 de abril de 2009

Tiempo al tiempo

Como si se tratase de una versión moderna -y financiada- de “El Increíble Hombre Menguante” (algunos recordarán esa bizarra película del director de cine clase B, Jack Arnold, en la que un hombre notaba como su cuerpo iba reduciéndose lenta, pero incesantemente) la última película de David Fincher presenta la historia de un hombre cuyo reloj biológico trabaja a la inversa, es decir, es un geronte sordo e inválido al cumplir los 5 años, y comienza a sufrir los avatares del acne bordeando los 70. Sin embargo, su cerebro se alinea con el tiempo convencional, por lo que su aspecto no marcha en consonancia con su proceso madurativo.

En ese contexto que bien podría enmarcarse en una suerte de “realismo mágico”, se moldea una película de una producción monstruosa. Un montaje impresionante que se complementa con un vestuario y un maquillaje estupendo y una ambientación infernal, que muta con el correr de los minutos mostrando la modernización de un mundo globalizado, con detalles que conforman un producto terminado admirable, de un trabajo riguroso, consecuente y destacable.

Fincher nuevamente convocó a su actor fetiche para protagonizar su proyecto más ambicioso. Brad Pitt viaja marcha atrás a través del tiempo demostrando (como si lo necesitara) que es un actor de raza, y no necesita ampararse detrás de otros dotes que afortunadamente, no impiden vislumbrar su talento. Su personaje es cálido pero repleto de cicatrices, que por dolorosas, no dejan de contribuir a la humanidad de Benjamín Button.

Cate Blanchett es la dama de turno, e interpreta su papel con el carisma de siempre: esplendida, atractiva, etérea e irresistible. Sin dudas la australiana es una de las mejores actrices del universo Hollywood actual y va camino a transformarse en un clásico. Su belleza no opaca sus dotes indiscutidos para el drama, que sumado a un encanto envolvente la transforman en una artista deslumbrante.

Y la película encuentra un eje justamente en la relación entre Pitt y Blanchett, desprendiendo de ella interesantes alternativas que generan una red de pequeñas historias y experiencias dentro del guión general, como la deliciosa relación de Benjamín Button con el personaje que encarna la siempre genial Tilda Swinton, o la ironía que implica ver a un hombre que rejuvenece, vivir en un hogar de ancianos, mientras todo muere alrededor.

Quizás el tenor dramático de la cinta se diluya durante los pasajes (intercalados con la historia principal) en los que una moribunda Blanchett revela a su hija los secretos de este hombre al que el paso del tiempo rejuvenecía. La actuación de Julia Ormond como hija de ambos es vacua y carente de profundidad, y sólo le resta fuerza al argumento, a pesar de las estimables intenciones del guionista Eric Roth de generar perplejidad en un espectador, que como un arquero bien entrenado, ve venir todas las supuestas sorpresas. No obstante esa fisura, el trabajo de Roth es loable y esa “dicotomía moral” que por momentos propone la pareja principal es trabajada con sutileza e inteligencia, alejándolo de odiosas comparaciones con sus trabajos pretéritos (como Forrest Gump, donde todo parecía impregnado por un tufillo fascista) y dotando de fuerza el relato.

“La vida se vive en momentos” reza un mensaje final que no intenta ser subliminal y que es reflejado de muy buena forma durante la cinta. La frase no aparece como un corte longitudinal sino que va barrenando el argumento y llega hasta el ocaso de la historia con una fuerza particular. Uno no puede evitar coincidir con algunas facetas de los personajes, que dejan entrever con sencillez pero profundidad aspectos inherentes a la condición humana, desde la evasión de la responsabilidad hasta la condición maleable de los sentimientos y su relación directa con la vida, la muerte, y el tiempo, protagonistas centrales y excluyentes.

14 comentarios:

Castigadora dijo...

Jo y yo aun no pude verla. Me la recomendó todo el mundo y aun no encontré tiempo para escapar al cine. Tu crítica es realmente extraordinaria. Me entraron más ganas de verla

Un beso

Liita dijo...

La verdad es q me encanto...la peli...pero por momentos me parecia q se enlentecia....ygual no es algo q le quite mucho al producto final! Buena critica! besotes!

Leonela dijo...

Me encantó la película, así como tu crítica.

Estoy muy de acuerdo en todo, en la belleza de la fotografía,maquillaje la ambientación...

Brad Pitt que da vida a este hombrecito llamado Benjamin Button, que cuando es tan niño y de apariencia anciana, cómo lo hace ser tan frágil e tan inocente, que enternece. Así como cuando vamos observando su maduración hasta convertirse en todo un hombre con aspecto adolescente.

Y Cate, tan hermosa y correcta, y como vos decís va camino a convertirse en un clásico.

Me gustó la película, con una trama muy innovadora, nunca se torna densa en sus dos horas y media de duración. Me mantuvo todo el tiempo muy expectante, viendo como se desarrollaba este curioso caso.

Abrazo!

Ale× dijo...

Benjamin Botox
cuando la peli entra en la 2da guerra mundial decae un poco bastante, pero hacia el final, cuando el personaje femenino pega un quiebre madurativo importante, la relación entre ambos alcanza un punto conmovedor.
saluti

Silvio dijo...

Castigadora Gracias por el halago. Espero que el tiempo tirano te permita disfrutar del cine en cualquier momento. Otro beso.

Liita Espero que tu fiebre no haya incidido al momento de escribir el comentario. Como siempre, usted, en la vanguardia del cine. Beso.

Leonela Feliz Cumpleaños. Creo que coincidimos en un 100%, como hace tiempo no lo hacíamos.

Alex Creo que si bien es cierto lo que dices, el personaje de Blanchett es envolvente desde un principio, en sus años mozos, cuando escapa a la relación con Benjamin Botox (jeje) Saludos.

Lucho dijo...

Brooo, muy buena la reseña pero a mi no me gusto para nada se me hizo muy lenta en verdad. Rescato como vos a Cate Blanchett que es una actriz de lujo pero Brad Pitt no me parecia el adecuado para este rol ya que no me permitia empatizar para nada con el personaje y eso es algo esencial, pero la fotografia impresiona. Abazooo Rock2

Marcela dijo...

No me molestan las películas lentas, al contrario, suelo disfrutarlas más. Creo que Benjamín Button lo que pierde es ritmo, que no creo que sea lo mismo.
Sin embargo, es buena.
Besos.

Daniel Os dijo...

Lo curioso del caso de Benjamin Button no ha resultado la enigmática trama que deja espacio a la reflexión entusiasmada en cada tramo que avanza ni la excelente factura que la convierte en un objeto de culto más que en un clásico moderno, sino en que la escasa ductilidad actoral del apolíneo Pitt arroja suficiente comunicatividad a pesar de una mezquina oferta de expresiones. Mucha vida y muy rara como para vivirla con sólo tres gestos.

Me encanta, Silvio, ver cómo crece este blog.

Un abrazo,
D.

estornudo dijo...

Cuando yo vi El Curioso Caso de Benjamin Button, me llamó la atención lo parecida que era, en la forma de estar contada, a Forrest Gump. Ahora vengo a descubrir que es del mismo escritor.

Silvio dijo...

Lucho Si bro, ya son varias las personas que consideran que Brad Pitt no era el adecuado para el papel. De todas maneras sigo pensando que es un buen actor y creo que la película como producción terminada es infernal, tampoco es de mis favoritas, sin embargo. Un abrazo hermano.

Marcela Marce, tenés que ver My Blueberry Nights... no sé por qué (¿intuición?) pero te va a encantar.

Daniel Os Compañero, su sabiduría siempre ilumina este blog, aditamento suficiente para que crezca. Espero que actualice el suyo, disfruto de su lectura. Abrazo.

estornudo Así es mi hilarante amigo, el mismo guionista, y los mismos rasgos.

Miguel Martin dijo...

La pelicula me gusto mucho. La critica impresionante. Pocas veces lei una critica tan buena. IMPRESIONANTE el Laburo hecho, , en el interior del pais tambien hay talento. Felicitaciones.


MIGUEL MARTIN
REPUBLICA DE TUCUMAN

John Mirko dijo...

Hola Silvio, cuánto tiempo!
El caracter técnico es indiscutible: la fotografía, efectos y banda sonora son impecables y contribuyen a darle la magnificencia con la que "The Curious Case of Benjamin Button" era avisorada desde el primer adelanto. Sin embargo, discrepo en algunos aspectos relacionados con las actuaciones.
Esta película es una reflexión sobre las personas "especiales", aquellos seres que por alguna razón, sencillamente son diferentes. Y cómo les cuesta a estos seres aprender a interrelacionarse y hacerse un espacio en esta "sociedad".
Por supuesto que también presenta un exquisito carácter metafórico, que habla sobre la vida y la muerte. Porque, aunque esa evasión a la que haces referencia sea evidente, Benjamin comprende perfectamente de las consecuencias de su condición, y las asume con resignación. Es el ciclo "natural" de la vida, aunque en su caso todo haya sido inverso, la muerte es algo palpable, y él ha vivido con ello desde el día en que nació.
No estoy muy seguro que se trate de evasión e irresponsabilidad, tal vez es el resultado de tenerlo todo tan claro y ser consciente que su entorno sufrirá más por su forma de vida.
Es imperdonable no hacer mención a Queenie (Taraji P. Henson), la madre de Benjamin. Es ella la encargada de inyectarle ganas de vivir al protagonista, y de transmitir emoción y calidez a la película.
Swinton, impecable, y sus escenas me parecen mejor trabajadas y le dan mayor profundidad a la psicología de Benjamin que los escarceos interminables entre los protagonistas.
Pitt despega gracias a los efectos que logran presentarlo como un ser envejecido, pero conforme avanza el metraje y adopta la forma y características de su actor, la película pierde emoción y expresividad. Blanchett podrá ser una dama de la actuación, podrá haber infundido esa esencia tan personal y etérea, darnos la sensación de un ser esquivo, inaccesible, INALCANZABLE; pero esta película, a pesar de todo, trata sobre el romance, sobre el amor entre dos personas que son diferentes. Y para ser sincero, en ningún momento sentí la química entre ambos.
Esperaba fuegos pirotécnicos para encumbrar el "alineamiento" entre Benjamin y Daysi, resaltar en letras mayúsculas el afianzamiento del afecto que tantas veces le fue esquivo al protagónico. Y aunque también podemos verlo desde la perspectiva que "no es un amor tan fácil" y que a pesar de su madurez emocional están predestinados a separarse siempre. O a reflejar las complicaciones de una vida en pareja. En fin.
Lo de Ormond no tiene nombre, tal vez debió pensarse en otra posibilidad para contar la historia. Quitémosle la inexpresividad y patetismo de la hija y el dramático envejecimiento de la madre, y tal vez - sólo tal vez - , estaríamos ante una obra maestra.

Esperemos el estreno oficial de "The Reader".
Un abrazo, camarada.

Celestacha dijo...

Gracias Silvio por pasarte por mi rincón de Alma de diamante. Me apunté a tu blog, nos estamos leyendo ! Amo el cine y tendré mucho que leer por aquí,
saludos

LuLa dijo...

Aquí estoy yo, siempre tarde para comentar sobre esta película. Creo que mucho no voy a decir pues coincido con vos y Leonela en la espectacular ambientación y la puesta en escena acorde que tuvo esta cinta. Lo que quizás no me gusto mucho es el hecho de que toda película yanqui que toca aunque sea en pequeño rasgos el tema de la guerra, tenga esos tintes heroicos como si no existieran ellos el mundo seria malo e imperfecto, es ahí donde se vuelve un poco tediosa para mi gusto, pero en realidad me gusto bastante, debo confesarte que Pitt no es un actor que me deslumbre pero acepto que es bueno, y en este película como dices vos no sobresalió podría haber sido cualquiera. Lo que si me impacto fue la belleza y la delicadeza de Cate Blanchett, para mi ella le da un toque trascendental al film. Pero quizás mi opinión no sea muy importante pero es una hermosa película para ver no en un cine, sino tirado en un sillón con un ambiente calefaccionado y acompañado de chocolate caliente.
Jaja te quiero!